miércoles, 23 de octubre de 2013

Nací por amor.

Pero no porque mis viejos se amaron. Nací porque algo muchísimo superior a yo-que-escribo y vos-que-leés decidió crearme, en libertad, porque me amó. Porque vio mi antes-de, y vio mi hoy, y vio mi mañana. Y me amó, y cual una persona enamorada, anheló que lo ame.

Aprendo de mi Creador todos los días. Su amor por mi es mi ejemplo de amor, y me pasa. Me pasa en muchas formas. Las decepciones, los desencuentros, los dolores, los placeres, los encuentros...el amor. El placer! La completud.


Ya no creo más en el amor.

Ya no creo en el amor de pareja.

Creo en el amor de familia. Creo que nuestra sociedad puede cambiar por amor. Creo en el amor entre amigos, entre hermanos….creo que creo eso todavía.
No sé.


Pero ya no creo en el amor.

Ya no creo en la fidelidad. Ya no creo en la confianza. Ya no creo en el cuidado. Ya no creo que alguien vaya a hacer eso por mi.
Más bien creo que me zambullí en un mundo al que no pertenezco. Un mundo en el que cada cual defiende lo suyo y disfruta como puede. Un mundo sin “códigos”. Un mundo sin verdad. Un mundo sin parámetros externos que determinen qué tanto es libertad y qué tanto está, lisa y llanamente: mal.


Ya no creo más en el amor. Y ya no creo más en la gente. En nadie. Ya no creo que alguien pueda amarme y serme “fiel” y..




Ya no creo que nadie en este mundo me diga la verdad.

1 comentario:

Gerardo Bova dijo...

Leìstes algo de lo que te escribì hace algùn tiempo? No sè como estaràs, pero eso de que no creas en nadie, suena complicado, si no te jugàs en conocer a las personas, seguramene, nunca sabràs como son.Nos debemos una charla, creo?
Al menos decime lo que sentìs, aunque me tengas que putear, algo que no aceptarìa, porque no te hice nada cruel. Vos abràs. Besos